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¿Tienes piel madura? Necesitas algunos pasos antienvejecimiento que complementan los cuidados básicos de la piel.
Después de los 30 años, es normal que la piel comience a presentar algunos signos de envejecimiento como finas líneas de expresión y ligera pérdida de humedad, firmeza y elasticidad.
Aunque quisieramos, una fórmula para la juventud eterna no existe. El envejecimiento de nuestro cuerpo y de la piel es inevitable pues el paso del tiempo es un factor que no podemos evitar ni controlar. Sin embargo, para reducir su impacto actualmente existen muchas alternativas.
El principal cambio que sufre nuestra piel a medida que envejecemos es la sequedad o pérdida de humedad. Esto sucede debido a que las glándulas sebáceas de nuestra piel disminuyen la producción de sebo o grasa.
Sin la grasa natural o sus aceites naturales, la piel pierde su barrera protectora que retiene la humedad. Por lo tanto, con la exposición al aire libre, sol, vientos intensos, calefacción, aire acondicionado o cambios de climas fuertes, nuestra piel desprotegida se deshidrata.
El impacto de la pérdida de humedad de la piel depende del tipo de piel de la persona durante su juventud. Si tuviste una piel grasa en exceso o mixta, afortunadamente este efecto se demora más en aparecer en tu piel. Por el contrario, si tuviste una piel seca o sensible, es normal que incluso antes de tus 30's presentes estos inconvenientes normales de la edad de la piel y su proceso de envejecimiento.
En la tercera edad los cambios en nuestra piel continuan. En esta etapa de la vida la salud se convierte en un factor primordial por encima de la belleza. Si has protegido tu piel durante la juventud y edad madura, no tendrá riesgos de presentar una enfermedad de la piel maligna como el cáncer.
Más que tener una técnica antienvejecimiento o de rejuvenecimiento facial, lo ideal es conservar sana la piel. Por esa razón, es importante verificar que nuestra piel y la de nuestros familiares permanezca protegida y libre de riesgos o síntomas de cáncer.
Desde los 20 años es ideal que realices una rutina de cuidado básico de tu piel que incluye tres pasos: limpiar, tonificar e hidratar. Después de los 30 años necesitarás algunos pasos adicionales para el antienvejecimiento facial y para proteger aún más tu piel de los radicales libres. Así evitarás su rápida pérdida de humedad, colágeno y elasticidad.
Es primordial cuidar la piel de tu cutis y manos por ser la de mayor exposición al exterior. La piel en el área de tus ojos y alrededor de tu boca es más delgada, delicada y prácticamente no contiene glándulas sebáceas. Por lo tanto, estas zonas tienen prioridad.
Los principales cambios en la rutina de cuidado básico son:
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