Home > ¿Qué es la Piel?
La piel es un tejido vivo y flexible que cubre todo tu cuerpo protegiendo sus estructuras y órganos internos de los agentes nocivos en su exterior.
Este vital tejido está compuesto de tres capas fundamentales: capa superior o epidermis, capa intermedia o dermis y la capa inferior o hipodermis. Además contiene vasos sanguíneos y capilares, glándulas sudoríparas y sebáceas, receptores nerviosos y folículos pilosos que realizan un intercambio natural de nutrientes, permitiendo tu interacción con el medio ambiente.
Algunas de sus características son:
Tu piel refleja cómo te sientes y constituye un importante indicador de tu estado de salud. Es primordial cuidarla y tratarla como parte integral de tu cuerpo.
Funciona por medio de la regeneración de células en periodos de 28 días aproximadamente. Este proceso se realiza en la dermis y epidermis gracias los nutrientes que le proporciona la hipodermis.
La dermis produce constantemente células, las cuales se mueven hacia arriba a las células que se encuentran encima de ellas y en la capa siguiente o epidermis. Desde allí siguen subiendo hasta llegar a la superficie. Este proceso se realiza durante ciclos de 14 días.
En este ciclo las células pierden agua y sufren cambios químicos. Cuando llegan a la superficie mueren y se aplanan conformando la textura que podemos tocar y ver. Las celulas permanecen en la superficie durante un segundo ciclo de 14 días, completando el periodo de 28 días. Luego son descartadas a medida que llegan nuevas células.
En realidad la textura que podemos ver y tocar, y donde aplicamos los productos de cuidado está conformada por células muertas.
Sin embargo las células muertas son vitales. Primero para protegerte de los rayos ultravioletas provenientes principalmente de la luz solar, segundo para protegerte de los agentes nocivos en el medio ambiente como la contaminación y el humo y por último para llevar los nutrientes y oxígeno a tus nervios, glándulas y tu cabello.
Tu piel es el órgano más grande de tu cuerpo. Una de sus principales funciones es proteger tus sistemas internos de los agentes nocivos que se encuentran en su exterior. Por lo tanto, es un indicador sobre tu estado de salud. Si deseas lucir radiante, debes llevar un estilo de vida saludable.
Dentro de tu actividad diaria te expones a factores de envejecimiento incontrolables como la humedad, las temperaturas extremas, el viento, la polución y el sol. Es necesario protegerte de estos factores para evitar sufrir de los signos de envejecimiento prematuro.
Existen factores de envejecimiento controlables como el sueño, el agua, la nutrición, el ejercicio, el estrés y las substancias tóxicas. Aunque muchas veces tu estilo de vida no te admite hacerte cargo de ellos, es importante que generes hábitos diarios que te permitan controlarlos.
Es posible mantener tu cutis saludable, joven y bello invirtiendo poco dinero, tiempo y esfuerzo. Conoce cómo puedes lograrlo a través de los cuidados básicos y especiales y de las técnicas de rejuvenecimiento.
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